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LAS HISTORIAS DE QENA

Tras la puerta

Tras la puerta Una puerta al abrirse puede separar dos vidas, como sucedió con mis calcetines. Era una mañana nublada, en una habitación de hotel, la ventana daba a una calle en obras, con todos las entrañas fuera., intentando ajustarse a su nueva distribución. Seria alrededor de las nueve de las mañana y me urgía vestirme. Y surgió la duda, poder dar con su paradero. Sabía que tenía que estar en la habitación. Era una labor de eliminación, debajo o encima de la cama, detrás de la puerta, tras la pantalla de la televisión, detrás de la silla, mi cabeza no daba crédito. ¿Dónde podría estar?
Curioso. El otro se queda al otro lado. Por ello, al no encontrarle comienzas a andar, crees haberlo perdido, cuando en realidad se ha quedado atrapado, atrapado o parado sin ver hacia donde te diriges y piensas que te ha abandonado y que te ha dejado sola.

Pero no es así, la puerta al abrirse le ha empujado hacia la pared.
Solo si te paras, buscas y logras encontrarle detrás de esa puerta te darás cuenta que podrías continuar el camino junto a el. Juntos como hasta ese momento, viendo con dos ojos los detalles del camino.

En cambio, si no lo sabes buscar, si no te paras a creer que ha quedado atrapado, comienzas a andar el camino solo, mirando hacia atrás, pero perdiéndote la belleza del camino


1 comentario

Doctor -

Saludos del Doctor, Crítico insolente de Blogs. Interesante cuadro de Hopper...

http://elburladordemitos.blogspot.com/